Hmm.... déjame pensar. ¿Cuál es la mejor manera de describirme a mí misma?

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¿Apuesto por los tópicos que siempre se venden? ¿Fiable, meticulosa, trabajadora y profesional? Porque todas estas cosas me describen.

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¿O me inclino por anécdotas alegres que me diferencien de los demás? Al fin y al cabo, no todo el mundo puede decir que puede cantar el estribillo de la macarena a toda velocidad, o que mide lo mismo que el distanciamiento social. Cosas que también me gustan expresar con cierto orgullo.

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Independientemente de los adjetivos o descripciones que acabe eligiendo, una cosa sí es cierta: amo el lenguaje, y el lenguaje me ama a mí. Somos una combinación excelente y, por lo tanto, ¡la mejor elección para tu empresa!